sábado, 20 de febrero de 2010

Reseña

Juan Carlos Orrego tiene 36 años, es un Antropólogo de la universidad del Rosario y tiene un Magister en literatura colombiana, y ha publicado 3 libros: Cuentos que he querido escribir (1999); Medias tintas: crónicas y mentiras (2002); La selva cuenta, pueblos y relatos: comunidades tikuna y huitoto del trapecio amazónico (editor) (2003). La gripa A no es tan importante como los medios la hacen parecer, y Orrego busca demostrarlo en este texto.

“Ciro Alegría dejó pedazos de su vida narrados en notas periodísticas y otros papeles inéditos.” En los cuales describe la historia de una carrera contra la muerte de Ciro Alegría durante una epidemia de influenza ocurrida en 1918, y en “los párrafos de la crónica dejan claro al lector del siglo XXI que sus días no son los más apocalípticos.”

Orrego deja claro que aunque parezca que estos son los tiempos más oscuros y nefastos para la humanidad, no lo son y que ha habido peores.

jueves, 11 de febrero de 2010

La ciudad soñada


Pensar la cuidad como tema es la búsqueda de una coherencia y orden donde no lo hay, pues todo la complejidad de la ciudad se resume a la relación entre el ciudadano y la ciudad. Esta relación consiste en como el ciudadano percibe la ciudad, como la cambia, como la afectan las huellas que dejan y como ha sido su experiencia en ella.
La ciudad se puede experimentar de tres formas distintas: La ciudad que es un proyecto de lo que debe hacerse en ella, es decir la ciudad ideal; la ciudad que es abordada y poseída, es decir la ciudad real; y la ciudad que es exactamente como se quiere que sea, que es perfecta, es decir, la ciudad soñada.
La ciudad ideal es aquella donde se trazan proyectos, esta está en la mente y en ella se cambian cosas, se perfeccionan otras, se quita lo que no se quiere que esté en ella y se ponen las cosas que se desean ver en ella, es en la que queremos lograr al dejar huellas.
Por otra parte está la ciudad real, la que está hecha de lo que conocemos y somos, la que se ve y se toca, es la ciudad por donde pasamos y dejamos huella; también es la ciudad que no vemos, aunque vivamos toda una vida en ella no la vamos a conocer toda, pero esa parte que no vemos aun es parte de la ciudad real; es en la que se odia y se ama, es por la que pasamos y en la que dejamos memorias, es la ciudad que cambia diariamente y que aunque es en gran parte desconocida nos la apropiamos.
Y finalmente está la ciudad soñada, esta llega a nosotros por los demás, esta será coherente y metódica, y como no la podemos ver, la imaginamos en su totalidad. Esta la conocemos sin conocerla, esta ciudad es sin conocerla, es decir, no la experimentamos pero la conocemos.

Sebastián Giraldo
Código: 09209050